5- Kaká, 65 millones de euros

Ricardo Kaká llegó al Real Madrid en 2009, como bastión del segundo mandato de Florentino Pérez en el club madridista. El presidente blanco invirtió 65 millones de euros en su contratación y le presentó ante más de 50.000 aficionados como la “mayor expresión de solidad y elegancia”.
Florentino presumió de haber contratado al jugador que llevaba seis años brillando en el Milan (pese a que su último curso como rossonero fue discreto), de tener en sus filas a un Balón de Oro y de haber cumplido con un viejo anhelo de la entidad del Real Madrid, donde llevaban más de dos años y medio trabajando en su fichaje.

Ningún pronóstico se cumplió, y fruto de tal situación, el Real Madrid decidió desprenderse del futbolista a coste cero, confirmando, una vez más, la ruinosa rentabilidad de su fichaje.