Se ha terminado el proceso que llevaría a la Selección de Brasil a consolidarse dentro de su propio terreno como el campeón del mundo. Las bajas de Thiago Silva y Neymar ocasionaron una alineación alternativa con la que Scolari no podría estar tan seguro; se terminaba el primer juego de semifinales y la sorpresa, efectivamente era que Brasil había quedado fuera de su propio Mundial.
La gente en las calles desconcertada, los Fan Fest abandonados desde el primer tiempo, los activistas tomando con más auge su lucha pues todo lo que se invirtió para celebrar Brasil 2014 apuntaba a una selección verdeamarela campeona.
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El primer lugar, Brasil fue contra los pronósticos. Si recordamos aquel estudio donde se jugaba con las probabilidades, Brasil se colocaría como campeón casi con un 50%, hoy nada de dicho juego ha pasado.
Brasil 2014 es el Mundial más caro de la historia, con un presupuesto total de 11.754 millones de dólares, casi el doble de los 6000 millones de dólares que contaba el presupuesto original. Si hablamos de estadios, el Mané Garrincha (Brasilia) fue el más caro con 653 millones de dólares. Mientras que, São Paulo fue la ciudad más beneficiada, habiendo recibido 2152 millones de dóalres, de los cuales 372 millones fueron destinados a la construcción del Arena Corinthians, destinado para el partido inaugural entre Brasil y Croacia.
Nike, siendo patrocinador oficial de Brasil, parece que ya tenía asegurado su lugar en la final, coronándose como la marca deportiva con más ingresos, pero con dicha baja podría ser que Adidas vuelva a dominar el terreno.
Un Mundial es para la FIFA la oportunidad para sentar las bases del monopolio que tiene sobre el fútbol. Y el de Brasil 2014 no es la excepción. Se calcula que la FIFA se llevará el 95 por ciento de las ganancias brutas que se generen.
Para este torneo se espera una facturación total cercana a los 4.900 millones de dólares, una cifra que supera con creces la recaudación en los mundiales de Alemania 2006, con 2.700 millones de dólares y Sudáfrica 2010, con 3.200 millones.
A la luz de estos números, la ecuación inversión-beneficio no es favorable para Brasil pero si ampliamente beneficiosa para la FIFA.
Al final, la Selección de Brasil tiene asegurados como premio de la FIFA 14 millones de dólares, en caso de ganar el tercer lugar recibiría 22 millones; por el momento no percibirá los 10 millones de dólares prometidos por la Federación Brasileña de Fútbol por ganar el Mundial.
Toda la inversión que desde años atrás se planteó e invirtió hoy da malos resultados. El impacto económico podrá verse en los próximos 3 años en donde el beneficio difícilmente superará el 3%.
Brasil eliminado de su propio Mundial, ¿fue la maldición de Barbosa?
Por @Edu_Aveiro
