El valor de las celebraciones en el fútbol
En el mundo del fútbol, las celebraciones de gol trascienden el momento deportivo y se convierten en símbolos personales. Estas acciones, repetidas en partidos de alta visibilidad, generan una conexión profunda con los aficionados y consolidan la marca personal de los jugadores. Dani Olmo, con su icónico gesto de “marcar la hora” en la muñeca, es el último futbolista en buscar registrar su celebración como una marca comercial, abriendo nuevas oportunidades en el ámbito legal y comercial.
Dani Olmo y su gesto
La solicitud de Dani Olmo para registrar su característica celebración como marca ha sido presentada ante la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO). Este gesto, ampliamente reconocido por los fanáticos, busca protección legal basada en su distintividad y representación gráfica clara, requisitos fundamentales para que un signo sea registrado como marca según el Reglamento (UE) 2017/1001.
El gesto de Olmo, repetido en numerosas ocasiones durante partidos de alto perfil, ha logrado un fuerte reconocimiento público, lo que aumenta las probabilidades de que la EUIPO lo considere único y vinculable al jugador. Además, Olmo ha presentado un logotipo que representa gráficamente su gesto, un paso esencial en el proceso de registro.
Los retos de registrar celebraciones
Registrar un gesto como marca no está exento de desafíos. La distintividad es un aspecto clave, ya que el gesto debe ser asociado de manera inequívoca con el jugador. Además, la representación gráfica debe ser clara y precisa para evitar ambigüedades. En el caso de Olmo, su uso reiterado del gesto en situaciones de alta visibilidad fortalece su solicitud, posicionándolo como un candidato sólido para la protección jurídica.
Implicaciones comerciales y estratégicas
De ser aceptada su solicitud, Dani Olmo obtendría derechos exclusivos sobre el uso comercial de su gesto. Esto incluye productos como ropa, calzado, cosméticos y artículos de papelería. Este control no solo le permitiría monetizar su marca, sino también proteger su identidad en el mercado global.
Además, la protección del gesto refuerza su posicionamiento como figura pública y como embajador de productos comerciales. Este tipo de estrategia demuestra cómo los jugadores están ampliando su alcance más allá del terreno de juego, capitalizando su popularidad y consolidando su legado.
El auge de la propiedad intelectual en el fútbol
El caso de Dani Olmo forma parte de una tendencia creciente en el fútbol moderno. Jugadores como Kylian Mbappé ya han registrado sus celebraciones como marcas, reflejando cómo los futbolistas están comenzando a valorar su identidad como un activo económico.
La legislación europea también ha evolucionado para adaptarse a esta nueva realidad, permitiendo el registro de marcas no tradicionales, como gestos y movimientos. Esto posiciona a la propiedad intelectual como una herramienta clave para que los deportistas gestionen y protejan su imagen.
Un ejemplo para el futuro
Dani Olmo está marcando un camino que muchos futbolistas seguirán en el futuro. Su iniciativa no solo protege su gesto como marca comercial, sino que también redefine cómo los deportistas gestionan su identidad en el ámbito global. A medida que más jugadores busquen registrar sus celebraciones, este fenómeno podría transformar la relación entre el fútbol, la propiedad intelectual y las oportunidades comerciales.
Con este paso, Dani Olmo consolida su influencia tanto dentro como fuera del campo, estableciendo un precedente en la explotación de la marca personal en el fútbol moderno.