Una camiseta de oro para Nervión
En el mundo del fútbol moderno, donde el romanticismo se mide en millones y las pasiones se monetizan en contratos, el Sevilla Fútbol Club acaba de firmar su acto de amor más rentable: una alianza histórica con Adidas, valorada en más de 60 millones de euros a lo largo de diez temporadas. No es solo un cambio de proveedor técnico; es la declaración de que el club andaluz ha dejado de ser una promesa eterna para consolidarse como un referente global.
Unos lo verán como un contrato. Otros, como una metamorfosis. Porque este acuerdo no es solo económico: es simbólico. Por primera vez, el Sevilla se sitúa en el primer escalón del escaparate mundial de Adidas, compartiendo plataforma en España solo con el Real Madrid. Y eso, en una liga de desigualdades perpetuas, no es cualquier cosa. Es, en cierto modo, la antítesis de su narrativa histórica: el club que nadaba contra corriente, ahora surca aguas de élite con diseño exclusivo y músculo financiero.
Nostalgia, modernidad y estrategia
Pero el romance con la marca alemana no es nuevo. En los años setenta y ochenta, Adidas ya vistió al club nervionense. Aquellas camisetas, teñidas de nostalgia y de algodón grueso, se convirtieron en parte del imaginario sevillista. Hoy, el retorno no es sentimental: es estratégico. Adidas ve en Sevilla algo más que un club competitivo: ve una ciudad icónica, vibrante, con un relato propio. Y apuesta por ella como epicentro para reforzar su influencia en el sur de Europa.
Este acuerdo convierte al Sevilla en más que un equipo de fútbol: lo transforma en una marca global con identidad local, una camiseta con alma flamenca y proyección multinacional. Mientras otros clubes hipotecan su presente en nombre del espectáculo, el Sevilla ha decidido construir futuro con costura firme.
No solo recibirá más de seis millones por temporada. También contará con diseños exclusivos, alejados del catálogo genérico que a menudo diluye la esencia de los clubes medianos. Y todo ello, bajo el paraguas de una marca que ha vestido a leyendas y ha moldeado generaciones.
A veces, un simple cambio de camiseta puede significar mucho más que estética. En este caso, puede ser la semilla de una década dorada para el club de Nervión.