La posibilidad de que Arabia Saudita construya un estadio sobre un rascacielos para la Copa del Mundo 2034 desata asombro mundial y abre el debate sobre los límites de la arquitectura deportiva moderna
En los últimos días, el rumor sobre el ambicioso plan de Arabia Saudita de levantar un estadio de fútbol sobre un rascacielos ha captado la atención global. Aunque aún no se ha confirmado quién estaría detrás de la construcción ni cuándo podría iniciarse, se estima que el coloso tendría capacidad para 46 mil aficionados. La idea, considerada por muchos como una “locura maravillosa”, marcaría un antes y un después en la historia de los estadios de fútbol si llega a concretarse.
El periodista deportivo José Ramón Fernández fue uno de los primeros en comentar el tema en X (antes Twitter), destacando que “Arabia Saudita revolucionaría los Mundiales en 2034 si hace realidad este sueño”. Las reacciones no tardaron en llegar, mientras algunos aplauden la visión futurista del país, otros ponen en duda la viabilidad técnica y ecológica de construir un recinto deportivo de tal magnitud sobre un rascacielos.
Expertos en arquitectura y sostenibilidad analizan los retos técnicos y medioambientales de levantar un estadio de fútbol sobre un rascacielos en pleno desierto saudí
Especialistas en infraestructura deportiva y sostenibilidad han comenzado a analizar los desafíos que implicaría esta colosal obra. La primera incógnita gira en torno a los materiales y las técnicas que se usarían para garantizar la seguridad estructural de un estadio de gran capacidad situado a cientos de metros de altura. Además, el calor extremo del desierto saudí y las condiciones del viento representarían obstáculos técnicos de enorme complejidad.
Por otro lado, se plantea el debate ambiental. Construir una instalación de esta magnitud requeriría un consumo energético significativo y un complejo sistema de refrigeración. Los expertos coinciden en que, si Arabia Saudita quiere posicionarse como referente mundial en innovación, deberá integrar soluciones verdes y tecnologías de ahorro energético para minimizar el impacto ecológico del proyecto.
La FIFA y la comunidad internacional observan con cautela mientras Arabia Saudita busca posicionarse como el nuevo epicentro del espectáculo deportivo global
El proyecto, aunque aún no confirmado oficialmente, se enmarca en la estrategia saudí Visión 2030, que busca diversificar su economía y proyectar una nueva imagen del país ante el mundo. Arabia Saudita ya ha mostrado interés en acoger grandes eventos deportivos como la Fórmula 1, el boxeo o el fútbol internacional, consolidándose como un actor de peso en el panorama global del deporte.
Por el momento, la FIFA no ha emitido una postura formal sobre el rumor del estadio, pero fuentes cercanas señalan que cualquier propuesta de esta magnitud necesitaría su aprobación. La idea, de concretarse, no solo transformaría el horizonte arquitectónico del país, sino que también redefiniría la experiencia de los aficionados, llevando el espectáculo deportivo literalmente a las alturas.
