La alianza entre el Atlético de Madrid y el Gran Premio de Fórmula 1 de Madrid convertirá el Metropolitano en la sub-sede más emocionante
Cuando una ciudad se prepara para recibir la Fórmula 1, algo cambia en el aire. Se nota en las calles, en los bares, en las conversaciones. Y ahora, a esa revolución de motores, velocidad y espectáculo, se suma una pieza inesperada: el Atlético de Madrid. El club rojiblanco ha anunciado un acuerdo oficial para colaborar con el Gran Premio de Fórmula 1 de Madrid durante los próximos cinco años, y su estadio, el Riyadh Air Metropolitano, se convertirá en sub-sede del evento.
No será solo un estadio prestado para un día de fiesta. La idea es mucho más grande: convertir el Metropolitano en un centro social, cultural y deportivo para los aficionados que llenarán Madrid en cada edición del GP. Un punto de encuentro donde el rugido de los motores encontrará a la afición rojiblanca… y quizá a miles de curiosos enamorándose del ambiente.
El Riyadh Air Metropolitano será un espacio de entretenimiento con conciertos, experiencias VIP, zonas de fans, parking y activaciones especiales
Si alguna vez visitaste el Metropolitano en día de partido, sabes que no es un estadio cualquiera. Es enorme, moderno, cómodo y con un ambiente eléctrico. Ahora imagínalo en modo Fórmula 1: conciertos, zonas interactivas, eventos, tiendas temáticas, actividades para familias, espacios de hospitality, salas VIP y cenas de gala para patrocinadores e invitados. La idea es que el estadio sea el corazón social del fin de semana más rápido del año.
Todo estará pensado para vivir la F1 sin necesidad de pisar el circuito urbano. Para miles de aficionados será algo así como un “Fan Fest” permanente: simuladores, pantallas gigantes, música, activaciones de marcas y un montón de momentos diseñados para compartir en redes sociales. Porque al final, la F1 se ha convertido también en eso: una experiencia que se vive a 300 km/h, pero también se presume a golpe de selfie.
Además, el Metropolitano ofrecerá parking y servicios de traslado directo hacia el circuito. Una manera elegante, organizada y cómoda de mover a los aficionados sin caos ni colas eternas. Una ciudad como Madrid lo necesita, y el Atlético lo pone encima de la mesa.

El acuerdo fortalece la imagen internacional del Atlético de Madrid y convierte a Madrid en un escaparate deportivo y cultural de primer nivel
Esta alianza no es solo un negocio. También es identidad, marca y ambición. El Atlético de Madrid se coloca en el centro de un evento global, seguido por cientos de millones de espectadores. Ya no se trata únicamente del fútbol: es una declaración de que el club quiere estar donde pasan las cosas importantes.
Para Madrid, la jugada es igual de redonda. El Gran Premio ya ha generado una enorme expectación antes incluso de que se corra la primera vuelta. Con el Metropolitano como sub-sede, la ciudad suma un espacio emblemático capaz de recibir a aficionados de todo el mundo. Hoteles, restauración, turismo, empleo… todo lo que trae la Fórmula 1 se multiplicará.
Y hay un detalle que puede pasar desapercibido, pero dice mucho: este acuerdo no es por un año, sino por cinco. Eso da estabilidad y tiempo para mejorar cada edición. Lo que arranca como novedad puede crecer como tradición.
Un estadio convertido en ciudad dentro de la ciudad, donde la pasión por la F1 se mezclará con el ADN rojiblanco
A veces, la Fórmula 1 se siente lejana: circuitos cerrados, paddocks exclusivos, entradas imposibles. Pero este proyecto quiere exactamente lo contrario. Quiere acercarla, hacerla popular, abrirla a familias, turistas y curiosos. El Riyadh Air Metropolitano será una puerta de entrada para vivir la F1 desde dentro, sin tener que ser millonario ni tener contactos.
Los aficionados podrán disfrutar del ambiente, del sonido, de los colores, de la adrenalina… y luego trasladarse al circuito urbano para ver la acción en pista. Un plan completo que combina tecnología, entretenimiento, deporte y una ciudad que sabe montarla grande cuando toca.
Madrid está lista. El Atlético también. Y cuando los semáforos se apaguen por primera vez, no solo arrancará un Gran Premio. Arrancará una era.




