El salto del Cádiz CF al Nasdaq entusiasma pero detrás hay una maniobra contable interna y riesgos urbanísticos aún sin despejar

Nomadar Corp nace como filial de referencia en Nueva York, aunque sustentada en un complejo movimiento financiero del propio Cádiz CF

La entrada del Cádiz CF en el Nasdaq a través de su filial Nomadar Corp ha generado euforia institucional, mediática y de parte de la afición. Es histórico: ningún club español había llegado antes a cotizar en la bolsa tecnológica de Nueva York.
Sin embargo, el brillo inicial exige una lectura técnica más reposada. La operación se sostiene sobre maniobras contables internas y sobre una recalificación urbanística que todavía no está garantizada.

Una plusvalía contable de 6,4 millones sin entrada de caja real y basada en una tasación pendiente de recalificación urbanística

En 2023, el club vendió a Sport City Cádiz S.L., filial de su mismo grupo, unos terrenos comprados por 2 millones y revendidos por 8,4 millones.
Ese movimiento generó una plusvalía de 6,4 millones, pero no supuso entrada real de dinero en caja. Lo que sí permitió fue maquillar un balance más sólido y reforzar patrimonio neto justo antes del proceso bursátil.
El auditor incluyó un párrafo de énfasis: el valor asignado a esos terrenos depende de una recalificación urbanística que no está aprobada.

Nomadar Corp se proyecta como filial tecnológica, pero el verdadero valor depende de Sportech City y de decisiones administrativas

La marca Nomadar Corp, domiciliada en Delaware, se presenta como el vehículo de innovación, digitalización y explotación de activos del club. Sin embargo, gran parte de su atractivo financiero futuro descansa en el proyecto Sportech City, cuya viabilidad depende del visto bueno urbanístico.
Por ahora, no hay ingresos tangibles derivados de este desarrollo; lo que existe es un proyecto, una tasación y un movimiento contable interno que permitió dar el salto a mercado.