Su fichaje podría haber complicado la viabilidad económica del club
Durante todo el pasado verano, el nombre de Neymar no dejó de estar vinculado al FC Barcelona y al Real Madrid. Sin embargo, de cara a la opinión pública, fue el conjunto azulgrana el que más se movió por el brasileño, acudiendo hasta en dos ocasiones a París para conseguir desbloquear el acuerdo.
La realidad es que fichar a Neymar suponía -incluyendo jugadores- una oferta próxima a los 300 millones de euros, lo que habría supuesto un importante escalón para el FC Barcelona, que en ese momento no contaba con liquidez suficiente como para acometer una operación de ese calado.
Sin embargo, la realidad es que esos 300 millones de euros no serían los que habrían limitado e incluso hipotecado al club azulgrana, sino que sería la situación del límite salarial de la entidad azulgrana. El margen del club azulgrana en estos momentos es de 38 millones de euros.
Concretamente, Neymar habría llegado con un contrato de 38 millones de euros netos por temporada (lo que supondría casi 75 millones de euros brutos al club), provocando un déficit en ese apartado de unos 37 millones de euros. Una situación, que descontando lo que habría significado liberarse de otras fichas (los jugadores que entrasen en la operación), habría dejado la cuenta en negativo, en una situación que indirectamente forzaría en enero y en verano a vender jugadores para no comprometer la viabilidad del club.