Los inversores chinos están comenzando a alejarse poco a poco del fútbol. Éstos han visto que no están fácil hacer fortuna en él, tal y como demuestra el bloqueo a los multimillonarios fichajes que ha impuesto el Gobierno de China a la Superliga china, o como los inversores externos han paralizado sus grandes inversiones. Los últimos grandes ejemplos se han dado en Italia, donde Inter de Milán y AC Milan se han encontrado como principales afectados.
El propietario del AC Milan, Li, ha iniciado una campaña que busca encontrar nuevos inversores para el proyecto, después de comprobar como su inversión inicial no era suficiente, y el club sigue acumulando una deuda que poco a poco se va haciendo más y más grande. Actualmente, el objetivo de los inversores sería refinanciar un total de 180 millones de euros, de los cuales la mayor parte sería herencia de la inversión de Berlusconi.
De no encontrar inversores, el grupo inversor daría luz verde a la salida de varias de sus estrellas, con el fin de recuperar parte de la inversión y poder respetar las leyes que el Gobierno de China ha impuesto, y que limita las inversiones fuera del gran país asiático.