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Ven por el juego, quédate por el juego. O tal vez al revés.
Con la expansión continua de los juegos de azar legalizados, los equipos y las ligas están incorporando la oportunidad de realizar una apuesta como parte de la experiencia de los aficionados. Pocos han llegado hasta el Real Madrid, que está construyendo un casino en su renovado estadio.
El renovado Santiago Bernabéu será esencialmente un centro de entretenimiento de servicio completo donde un famoso equipo de fútbol juega sus partidos en casa. La construcción del estadio, que se inauguró originalmente en 1947, está programada para terminar en el verano de 2022 y también incorporará un restaurante, museo y espacio para eventos.
Otras ligas están explorando sus niveles de comodidad con la integración de los juegos de azar en los estadios.
- Los Nacionales de Washington tienen planes de instalar ventanas de apuestas y quioscos en el Nationals Park y están trabajando para permitir las apuestas desde los asientos.
- La NFL todavía prohíbe las áreas de apuestas en el estadio y los quioscos, pero permitirá “salas de juego” que muestren opciones de apuestas móviles.
- Los aficionados del Fulham en la Premier League expresaron su preocupación por el principal patrocinador del equipo como el operador de apuestas BetVictor, con un 44% diciendo que los incomodaba y un 22% diciendo que no comprarían la camiseta del club debido a la asociación.
Mientras que Texas y otros estados están levantando restricciones relacionadas con COVID, otros como California actualmente sólo permiten un 20% de capacidad en los juegos, y es poco probable que los ingresos previos al día del juego regresen pronto. Mientras tanto, la experiencia de ver en casa sigue mejorando a medida que las redes y las empresas tecnológicas compiten por los fans.
Aunque no todos los equipos están listos para llegar tan lejos como los Nacionales y el Real Madrid, es probable que el potencial de ingresos por sí solo traiga apuestas en vivo a más estadios de todo el mundo. En 2020, los casinos estadounidenses obtuvo un récord de 1.500 millones de dólares en ingresos de sus libros deportivos, según la Asociación Americana de Juegos de Azar.
