La Copa Confederaciones ha dejado en el comercio local alrededor de 83,6 millones de euros gracias al dinero gastado por los turistas en las 6 ciudades que han sido sede del evento. La ciudad de Río de Janeiro habrá sido la más beneficiada con 10 millones de euros.
La mayor parte de esos ingresos, 60 millones de euros, saldrá de los propios brasileños que se han desplazado a ver la competición, ya que son quienes han comprado mayoritariamente las entradas: 111.569 de un total de 125.328 puestas a la venta.
Las autoridades brasileñas ya esperaban que la competición fuera un gran éxito de público debido a la demanda interna, ávida de poder ver en directo una competición del deporte rey, en la que participaban algunas de las mejores selecciones del mundo.
De cara al Mundial 2014 la organización prevé una llegada masiva de turistas, sobretodo provenientes de Europa y Asia, aunque el problema de la distancia entre sedes y los altos costes de los vuelos internos puedan hacer que no se alcancen las cifras esperadas.
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