El mundo del deporte tiene cada vez un impacto mayor sobre la economía cada país. Asimismo, la situación económica y financiera de los países también afecta al deporte en distintos niveles. Desde hace unos meses, la estabilidad política y financiera en Grecia se ha visto agravada por las medidas impuestas por el Eurogrupo, el control de capitales ejercido por parte del gobierno de Alexis Tsipras y la amenaza de la salida el euro. Este suceso de acontecimientos ha llevado a los clubes griegos a empeorar su situación económica y ver como negociaciones con posibles fichajes se han visto interrumpidas y frustradas por la coyuntura nacional.
Una de las consecuencias que ha comportado la inestabilidad de Grecia en el fútbol ha sido la reducción de la calidad de las plantillas de los equipos, en detrimento también de la imagen de la Greece Super League a nivel internacional. Los principales damnificados han sido los propios jugadores, hasta dos tercios de los futbolistas de Primera y Segunda División cobran su sueldo de forma esporádica. Según Lefteris Mutis, periodista de Eurohoops, “al acabar la temporada, muchos jugadores sólo han cobrado dos o tres sueldos”. Sin embargo, Sotiris Vetakis, periodista deportivo griego, afirma que los clubes ricos como Olympiacos y Panathinaikos no se han visto afectados por la crisis griega y que, incluso, han mantenido o incrementado sus presupuestos destinados a la incorporación de nuevos jugadores. Por ello, futbolistas de la talla de Michael Essien o Esteban Cambiasso han recalado en el fútbol griego durante este verano mediante contratos millonarios, en el Panathinaikos y Olympiacos respectivamente. La brecha entre los dos grandes equipos de Grecia y el resto sigue creciendo después de 6 años de crisis.
Por otro lado, el fichaje del brasileño Nené por parte del Olympiacos se vio truncado directamente por la recesión económica en el país heleno. “Puede ser que el club tenga dinero, pero es imposible que la situación del país no te acabe afectando”, declaró el exfutbolista de equipos como el Paris Saint Germain o West Ham United antes de completar su traspaso al Vasco da Gama. Con el objetivo de asegurar que los deportistas extranjeros perciban el total del salario, sus representantes presionan a los clubes para añadir una cláusula en los contratos que garantice que en el caso de que cambiara la moneda del país, los jugadores siguieran cobrando en euros y en cuentas de otros países.