El gigante norteamericano, Nike, ha despedido a unos 300 trabajadores de Camboya que producen ropa para la Nike Sportswear Company por haber participado en huelgas que reclamaban condiciones de trabajo más dignas, una situación que se ha repetido varias veces en el país asiático. La semana pasada, cientos de ellos se manifestaron ante un tribunal provincial para exigir la liberación de ocho sindicalistas detenidos el 3 de junio.
Los trabajadores quieren que la empresa les pague 14 dólares (10,5 euros) más al mes para sufragar los gastos relacionados con el transporte, el alquiler y los costes sanitarios. Sin embargo, la petición que refleja las malas condiciones por las que pasan los trabajadores de la marca americana, es la de un salario mínimo de 74 dólares al mes (55 euros).
Por su parte, Nike alega que los despidos son procedentes, ya que supuestamente aquellos trabajadores que han sido despedidos se comportaron de forma violenta, sin respetar la legislación laboral y las normas internas de la fábrica durante las protestas el 3 de junio y el 27 de mayo, cuando los huelguistas se enfrentaron con la policía fuera de la planta.