En el mundo del fútbol han sido varias las ocasiones en las que los futbolistas de primer nivel, tras hacer malas inversiones, vieron como su capital se reducía drásticamente. Algunos se vieron inmersos en la quiebra, mientas que otros tantearon con una situación económica realmente negativa, la cual les supuso un revés importante, además de más de una noche sin poder dormir bien.
Un artículo publicado en el ABC recordaba como la línea entre la riqueza y la pobreza para los futbolistas es más que delicada y delgada. En el futbol tenemos casos de éxitos como pueden ser Cristiano Ronaldo, Gerard Piqué o Andrés Iniesta, pero hay casos en los que las estrellas no encuentran tanta fortuna fuera de los terrenos de juego.
Xavi Hernández fue uno de esos jugadores que se vieron afectados, en parte, por la gran crisis del ladrillo que sufrió España a partir de 2007. El jugador invirtió gran parte de su patrimonio en la construcción, viéndose muy afectado por la explosión de la burbuja inmobiliaria, desplomándose varias de sus empresas. Por suerte, el jugador consiguió recuperarse económicamente, y ahora en Qatar vive sus últimas temporadas como profesional, con un gran contrato, al que buscará dar continuidad como seleccionador de Qatar en el mundial que se celebrará en 2022.