De lo poco común que el fútbol nos puede mostrar es la unión de marcas rivales para un fin en común. Al día de hoy, es difícil ver la unión comercial sin implicar algún beneficio económico y parece ser el caso de Luis Suárez, tras su mordida en el pasado Mundial, lo que implique un riesgo si no se llega a una optima solución.
Recordemos que tras la agresión del jugador uruguayo, su sanción abarca 9 encuentros con su selección e implica la no participación en actividades deportivas durante 4 meses, eso incluía la presentación del jugador dentro del Barcelona.
A unos días de la resolución final, el próximo 8 de agosto, se ha dado a conocer y no de manera sorpresiva si vemos el negocio existente, la unión de esfuerzos entre diferentes líneas de negocio para que Luis Suárez tenga una reducción de su sanción. Explico: pese a los rumores que indicaban que Adidas le retiraría su patrocinio al uruguayo, Marketing Deportivo reveló que esa no era la intención pues la verdadera estrategia de la marca alemana es hacerse presente dentro del territorio de Nike.
Entre polémica y demás, los 4 meses inactivos le terminan generando pérdidas a ambas marcas. Por un lado, el Barcelona sin poder hacer la presentación y por consiguiente la comercialización a través de los juegos y finalmente Adidas quien espera que el jugador entre al terreno de juego para empezar con su ataque filtrado en contra de la americana.
Por otro lado, quienes también están al pendiente de dicha resolución es la también marca deportiva Puma y la selección de Uruguay quienes prácticamente también se ven perjudicados por la falta de inactividad de su jugador estrella.
El caso de Luis Suárez, por muy deportivo que pueda ser el sentido lleva inmerso un gran cúmulo de interés comercial en el que los menos beneficiados serán los espectadores y cuyo papel se reduce al consumo de la mercancía de las marcas una vez se llegue a una resolución definitiva.