Ante la sombra de la famosa sanción de la FIFA, el Real Madrid continúa moviendo ficha por medio de renovaciones con el objetivo de apuntalar su plantilla. El último en pasar por las oficinas del Santiago Bernabéu ha sido Gareth Bale, que tras firmar su nuevo contrato se convierte en el jugador mejor pagado de la plantilla blanca.
El futbolista galés prolonga su compromiso con la entidad madridista hasta verano del año 2022, embolsándose una cantidad cercana a los 166 millones de euros, todos ellos libres de impuestos según informa el diario británico “The Guardian”. De este modo, Bale pasará a cobrar un total de 388.000 euros semanales, y se afianza en el primer escalón salarial por delante, incluso, del que es, a priori, el jugador franquicia del club: Cristiano Ronaldo. Además, su cláusula de rescisión ascendería hasta los 1000 millones de euros.