Mucho se le puede criticar a Sandro Rosell como presdidente del FC Barcelona, pero que no se podrá decir que a la hora de negociar las salidas de los jugadores no sea mejor que su antecesor y enemigo Joan Laporta. Y es que pese a regalar a todo un jugadorazo como David Villa este verano al Atlético de Madrid, el presidente culé ha logrado en ingresos por ventas un total de 107,6 millones de euros, una cidra que supera ya a la que Laporta logró en sus primeros cuatro años de mandato: 30 millones de euros, según un estudio de Diario Gol.
Otra cosa es el gasto realizado en fichajes, donde Rosell sale más perjudicado. Durante su mandato, la Junta actual se ha fundido la friolera de 240 millones, siendo Jordi Alba el único titular indiscutible, con Cesc y Alexis repartiéndose un buen puñado de minutos y a la espera de Neymar. En los primeros cuatro años de mandato, Laporta invirtió 141 millones, 100 menos que su rival.
Durante su segunda legislatura el ex presidente disparó el gasto y llegó a superar los 400 millones. Rosell aún está lejos, pero vista la velocidad a la que consume, superará esa cifra más pronto que tarde.