Mientras la vibrante Bruselas disfrutaba de un partido de fútbol, el cielo gris de la ciudad se oscureció aún más. El corazón de Europa se paralizó por un terrible acto que deja a la comunidad internacional buscando respuestas.
Un acto impensable en un lugar de celebración
No era un día cualquiera para Bruselas, la ciudad se llenaba de alegría por el partido Bélgica-Suecia. Sin embargo, la festividad se convirtió en tragedia cuando poco después de las 19.00 horas, cerca de la plaza Sainctelette, resonaron disparos. Las víctimas, dos ciudadanos suecos, se encontraban allí para disfrutar de la contienda deportiva. El partido, marcado por la expectación, tuvo que ser suspendido. Pero, ¿quién podría imaginar que la pasión deportiva se vería ensombrecida por actos de violencia?
El agresor, una sombra en el día
Testigos del hecho detallaron que un individuo, provisto de casco y chaleco reflectante, disparó con un fusil de forma indiscriminada. El modus operandi y la fuga en ciclomotor son similares a escenas que ya hemos visto. Tras el acto, el primer ministro belga, Alexander De Croo, mostró su repudio, y las condolencias no tardaron en llegar desde todos los rincones del mundo. Las camisetas de fútbol suecas que portaban las víctimas sirvieron como un doloroso recordatorio del motivo de su visita a la ciudad.
Reacciones y medidas en medio de la confusión
Rápidamente, los servicios de emergencia acudieron al lugar, mientras las redes sociales se llenaban de mensajes de apoyo y solidaridad. La RTBF, cadena pública belga, divulgó un vídeo en el que un hombre se adjudica el ataque en nombre del grupo terrorista Estado Islámico. Aunque la veracidad de este material sigue bajo investigación, la inquietud se ha sembrado.
El Centro de crisis de Bélgica confirmó el ataque y las principales autoridades del país se congregaron para gestionar la situación. El nivel de alerta terrorista se elevó al máximo. Es un eco doloroso de otros momentos oscuros que Europa ha tenido que enfrentar.
El deporte, víctima colateral
Mientras tanto, en el estadio, la selección sueca decidió no continuar con el partido, una decisión que Bélgica respaldó. La cuenta oficial de X (antes Twitter) de la selección sueca pidió a sus aficionados que permanecieran en el estadio por seguridad, una precaución entendible dadas las circunstancias.