La gestora que gobierna ahora la entidad azulgrana tiene una dura tarea para evitar el desastre y necesita una rebaja de sueldos y salarios del 30% sobre la masa actual
El Barcelona debe acordar en los próximos días una rebaja salarial de 190 millones si quiere evitar entrar en concurso de acreedores a principios de año. La delicada situación económica que atraviesa el club, agravada por la pandemia, obliga a la junta gestora encabezada por Carles Tusquets a intentar pactar el recorte del 30% de la masa salarial de las plantillas del primer equipo y del filial antes del próximo 5 de noviembre, según informa la periodista Marta Ramon, de RAC1.
El reloj ha empezado a correr. Por ello, y por primera vez, el viernes los abogados de los futbolistas se sentaron en la mesa de negociación salarial de todos los componentes del club, algo que hasta el momento no había sucedido al negarse la mayor parte de los futbolistas a negociar, que considera suficiente el ahorro de 42 millones de euros en fichas cuando el pasado mayo aceptaron la propuesta del club.
La nueva gestora se conformó el pasado jueves tras la dimisión el martes del la junta de Josep Maria Bartomeu. Su primera decisión fue prescindir de Jaume Masferrer, el controvertido asesor del ya expresidente blaugrana, con la intención de mandar un mensaje de que se van a eliminar gastos considerados superfluos en una coyuntura económica tan delicada.
