Permitidme que en el día de hoy sea más breve de lo que acostumbro pero no querría más que hacer una breve exposición de lo que es mi opinión particular sobre el concepto de equipo de fútbol que muchos tienen en los tiempos que acontecen.
Me llama poderosamente la atención la disonancia que existe en multitud de clubes entre aquello que se predica y lo que decididamente se practica. El ejercicio de marketing social alcanza incluso cotas cuasi maquiavélicas cuando la defensa de un modelo deportivo esconde el verdadero propósito: la creación de “productos derivados” al servicio de una imagen de marca. Lo que, por analogía, podría asemejarse a un parque temático.
Con el objeto de sacar las conclusiones adecuadas, bien haríamos todos en concentrar nuestra atención en el objeto e interés último de nuestros clubes de fútbol. De tal forma que en muchas ocasiones competiciones comunes aglutinan clubes de futbol con objetos sociales, de facto, diferentes. Mientras unos intentan “vender” resultados deportivos a través de sus actores principales: los futbolistas, otros utilizan estos mismos como sus principales productos de venta con la “excusa” de participar en determinadas competiciones deportivas, con más o menos éxito, pero donde el deporte en cuestión acaba por convertirse en una cuestión irrelevante.
Como consecuencia nos encontramos ante circunstancias de difícil asimilación, y por ende desconcertantes, donde surge la duda razonable de si el verdadero propósito del club de mis amores es obtener réditos deportivos a través de sus consecuciones deportivas, o si, por el contrario, se trata de vender comercialmente e individualmente a los futbolistas que componen la plantilla de empleados de la marca/club que se pretende promover como si se tratase del Mickey Mouse, Donald, Pluto o Goofy.
Aquí quedan estas líneas para que cada cual saque sus propias conclusiones. De hecho, creo firmemente que reparar en cuestiones como ésta refuerza el criterio de cada uno para que, al albor de la reflexión propia, seamos menos susceptibles a informaciones ajenas e interesadas que pretenden ser inculcadas como verdades irrefutables. Ahí lo dejo.
Por @PaulFraga