La SD Eibar se ha encontrado con un gran problema de cara a la próxima temporada. En el club eran conocedores del artículo 19 de los estatutos de la Liga, en el cual se especifica que los todos los estadios de Primera División deben tener un aforo mínimo de 15.000 personas, así como de 6.000 espectadores en el caso de ser un club que milite en Segunda División.
No obstante, el artículo 18 establece un periodo máximo de dos años sin cumplir este requisito, permitiéndole así a los clubes tener dos años para reformar sus estadios y adecuarlos a los requisitos de la Liga. Estos requisitos se adaptan también a los que solicita la UEFA para la disputa de sus competiciones internacionales. El Eibar quiere que se produzca una modificación de estos estatus, ampliando el plazo o modificando el número de aforo mínimo que deben tener. No debemos olvidar que Ipurúa sobre pasa ligeramente los 6000 espectadores, por lo que hablaríamos de duplicar el aforo del feudo armero.
Alex Aranzábal ha querido lanzar un mensaje tranquilizador, afirmando que trabajarán para poder arreglar esta situación. Desde la directiva del club han contactado con el bufete de abogados Garrigues para que lleven el caso. Sin embargo, las opciones se reducen principalmente a tres: ampliar el aforo del estadio, trasladarse a otro estadio cercano o renunciar a su plaza en Primera División.
La ampliación del aforo de Ipurúa tendría un coste mínimo de 24 millones de euros, de la cual asumirían en el cuadro armero el 17%. Esperan que la Administración pueda ayudar a esta ampliación, algo que ya ha ocurrido con varios campos del fútbol español, aunque la duda está ahí. A la espera de que concluya la temporada, Ipurúa está en “riesgo de cierre”, al menos hasta que se encuentre una solución directa.