El fútbol, el único que pierde por el conflicto Rusia-Ucrania

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La evolución del fútbol desde sus orígenes ha dado lugar a que se coloque no sólo como un tema de diversión y entretenimiento sino que muchas veces se toma como ficha de intercambio político, social y económico. Sabemos a la perfección el conflicto existente entre Rusia y Ucrania, las cuestiones geopolíticas han puesto en duda muchos factores y el fútbol no ha sido tema exento.

En casos anteriores hemos visto como los propios jugadores de Ucrania han decidido mejor ir a la “guerra” que enfrentar un duelo deportivo; sus ideales colocan por sobretodo su sistema de nación y el hecho de que Rusia siga en un síntoma dominador ha provocado el surgimiento de dudas para el próximo Mundial.

Hasta el momento, y tras los pasados Juegos de Invierno en Rusia, sabemos que dicha nación está dispuesta a una conquista deportiva. Su no restricción presupuestaria para la organización de sus megaeventos deja claro que esa será la nueva vía para entrar de nuevo en temas de interés; una forma interesante si vemos que tiene más fines políticos que deportivos.

Lo que ha ocurrido en días anteriores mantiene con incertidumbre a los equipos rusos pues esperan no ser involucrados en las decisiones que está tomando la Federación Rusa y por supuesto que en términos exagerados les impidan jugar alguna competición Europea e inclusive les quiten el próximo mundial.

Para ser más claros, la Unión de Fútbol Rusa (UFR) abrió las puertas para que equipos crimeos formaran parte de ella. Dos equipos que disputaron la pasada temporada la división de honor de Ucrania, el TSK de Simferópol y el SKCHF de Sebastopol, y el Zhemchúzhina de Yalta, ahora ya están registrados jurídicamente como equipos rusos.

Ucrania considera que dichos hechos consumados por Rusia asumen una violación del reglamento de la FIFA y de la UEFA, cosa que se ve mitigada por Vitali Mutkó, ministro de deportes rusos y hombre de confianza de Vladimir Putin, pues considera que eso es un asunto interno.

La FIFA y la UEFA están conscientes de dicho movimiento y mientras por un lado se reclama que no hubo una consulta previa, otros alejan que sí la hubo. La FIFA ha dado respuesta generando simplemente una especia de deslindarse del problema al dejar toda la responsabilidad a la UEFA, federación que por el momento sólo afirma que están investigando el caso.

Por @Edu_Aveiro