No ha comenzado el Mundial de Brasil pero el tema de las primas ya preocupa al Gobierno. Más allá del debate de cuánto recibirá cada jugador por lograr la Copa del Mundo(en Sudáfrica España tenía las primas más altas de todos los participantes), al Ejecutivo le preocupa la tributación de las mismas, ya que tanto en el Mundial de Sudáfrica como en las pasadas Eurocopas, los futbolistas se mostraron dispuestos a acogerse a las ventajas que ofrecía el regimen fiscal de los países donde se ganó el torneo.
Así, en Sudáfrica los miembros del combinado se embolsaron 600.000 euros cada uno y varios de ellos (sobre todo jugadores del Barcelona) se acogieron a la posibilidad que había en el régimen fiscal de tributar en Sudáfrica y no hacerlo en España. Al ser el premio por un trabajo hecho fuera del territorio español, la ley permitía la posibilidad de tributar en el país en donde se lleva a cabo el desempeño profesional. El negocio fue redondo para los futbolistas, que pasaron de una retención del 43% a una de un 21%. Es decir, más de 132.000 euros de ahorro por futbolista.
En la Europa la situación se repitió. En este caso la prima fue de 300.000 euros, la mitad que en el Mundial pero más de 200.000 euros superior a la pactada cuatro años antes con Luis Aragonés. Entonces, en Autria, los futbolistas ya se valieron de la Ley para pagar tasas al 20%. En Polonia (2012) la situación fue aún más embarazosa. Con una obligación tributaria del 52% en España, hacerlo en Polonia salía gratis, ya que pese a que la fiscalidad se situaba en un 20%, el Gobierno del país decidió suprimir estas tasas a los futbolistas. Es decir, que los que tributaron allí recibieron la prima íntegramente.
Así las cosas, el Gobierno ya se ha puesto manos a la obra y trabaja buscando la manera de poder evitar una fuga de capital muy importante, aunque realmente van a tener muy pocos resquicios legales para evitar que los que quieran declarar fuera lo sigan haciendo.