Si las cosas anda mal políticamente, peor anda a nivel institucional en el deporte. El secretario de Estado para el Deporte ha abierto un expediente de auditoria a Ángel María Villar (presidente) y Alejandro Blanco (presidente del Comité Olímpico). Desde hace varios meses, el Gobierno anda detrás de ambos debido a la limitación del poder en el deporte al que tanto Villar como Blanco quieren someter al Estado.
Ambos consideran que el deporte no debería responder a decisiones políticas, sino que tendría que regirse por sus propios dirigentes dependiendo de la materia a nivel deportivo (fútbol, baloncesto, tenis…). Además, el presidente de la RFEF, Ángel María Villar, ya tuvo un serio enfrentamiento con el Gobierno cuando Villar lo apartó de la Comisión Antiviolencia.
No obstante, los expedientes abiertos van en busca de los trapos sucios de ambos. Desde el Gobierno se cree que ha podido haber una clara desviación de fondos públicos a sus cuentas o Fundaciones con el interés de lucrarse a costa del dinero público. De manera que en los próximos días deberán presentarse frente a los auditores para enseñar todas las cuentas y documentos que sean requeridos. De lo contrario, ambos sufríran grandes cambios en los estamentos que dirigen. La guerra está servida en un plato no menos que frío.