La mala situación en el apartado de marketing del Tottenham. Ese es el motivo por el cual el club inglés se ve obligado a pedir un precio desorbitado por su estrella Gareth Bale. Y es que Daniel Levy, presidente de la entidad londinense, ha despedido a su segundo director de marketing en tres meses y además no encuentra financiación para su proyecto urbanístico Northumberland Delevopment Project (en el que se incluye un nuevo estadio).
Ante esta situación, la escuadra británica está a la espera de que Florentino Pérez desembolse 120 millones de euros por el extremo gales y la utópica idea del excéntrico mandatario eche a andar lo antes posible. En cualquier caso, el Tottenham está en conversaciones con Qatar Airways para que le ponga el nombre al futuro estadio con capacidad para 56.000 espectadores.
Lo que está claro es que ni los clubes más ricos del mundo están exentos de esta crisis económica que azota el mundo, y ellos también buscan dinero debajo de las piedras para sus planteamientos. Habrá que ver, de donde lo acaba sacando Daniel Levy si como tanto ha dicho, por activa y por pasiva, Gareth Bale sigue en el Tottenham la próxima temporada. Y es que se encuentra entre la espalda y la pared: entre ver cumplido su sueño urbanístico o dejar marchar a su estrella.