Todavía falta medio año para que se dispute el Mundial de Brasil, pero las grandes marcas deportivas llevan ya tiempo desarrollando las estrategias de marketing que aplicarán desde el próximo enero de cara al evento más importante en el mundo del fútbol, que suele reportar a las firmas unos beneficios considerables.
Dentro de la guerra por el patrocinio del fútbol mundial, Adidas y Nike se discuten la supremacía. Actualmente, más del 70% de los jugadores asocian su imagen a una de las dos marcas, que han logrado hasta ahora cierto equilibrio, teniendo la capacidad de repartirse los dos mejores futbolistas del mundo, consiguiendo además que uno y otro vistan en sus respectivos equipos camisetas patrocinadas por la marca contraria.
Así, Leo Messi tiene un contrato anual de 5 millones de euros con Adidas, marca que vestirá a Argentina en el Mundial, pero jugará durante todo el año bajo el símbolo de Nike en el FC Barcelona. Lo mismo ocurre con Cristiano Ronaldo, abanderado de Nike por más de 6 millones al año, firma de la selección portuguesa pero no del Real Madrid, que está con la firma rival.
Messi y Cristiano estarán entre las grandes imágenes de Brasil 2014, así como los jugadores de la Selección española, donde también hay un reparto equitativo de las estrellas: mientras Xavi y Casillas visten de Adidas, Iniesta y Ramos lo hacen con Nike. Ese equilibrio se mantiene en prácticamente todos los bloques importantes de la competición menos en uno, quizás el más importante.
Y es que la selección de Brasil comienza a ser un problema para Adidas. Neymar será sin duda la gran imagen del país en el evento, más aún si continúa con sus grandes actuaciones en el FC Barcelona. El brasileño lucirá el símbolo de Nike tanto en su club como en la selección, por lo que la firma podrá explotar su imagen de infinidad de maneras.
Su situación contrasta con la de Kaká, la gran baza de Adidas. El futbolista tiene muy complicado ir al Mundial pese a que parece renacer en el Milan, lo que supone un auténtico calvario para sus patrocinadores. Sin él, todo el peso de la imagen de la selección anfitriona recaerá sobre la figura de Neymar, lo que desnivela la batalla por los ingresos en favor de Nike en uno de los países con más mercado.
Así, fichar a Lucas Moura y Oscar ha sido la vía de escape, aunque ninguno de los dos cuenta con el favor de Scolari (Moura no es ni titular). Para colmo, Nike tiene muchas posibilidades de presentarse en el Mundial con el Balón de Oro, ya que tanto Ronaldo como Ribery, principales candidatos, están patrocinados por la firma estadounidense.
Además está también la amenaza de Ronaldinho, gran ídolo de Brasil y cuya presencia dentro de un año no está descartado, lo que supone un quebradero de cabeza aún mayor para Adidas, que se encomienda a Leo Messi e Iker Casillas, que no pasan por su mejor momento.