Iker Casillas ya sabe lo que le espera en Cardiff. Estará vigilado al 100% de todo lo que el internacional español haga. La entidad blanca considera que lo mejor para ambas partes es que inicie una nueva etapa en otro equipo, pero esa libertad es demasiada cara para las arcas de Florentino Perez.
De momento no hay novedades, todo sigue igual, y se espera a qué acontece durante los próximos días, sobre todo en la final de la Supercopa.
Según ha informado el “Confidencial”, el finiquito de Iker Casillas está valorado en 43 millones de euros, impuestos incluidos, una cifra que ha provocado que el Real Madrid, por el momento, dé por hecho que el portero español continuará vistiendo de madridista un año más ya que no hay otra solución.
El Real Madrid no realizará ningún movimiento que perjudique a Iker Casillas. El club sabe perfectamente y es consciente de que no se trata de un jugador más y sí de un símbolo del madridismo. Por ello, cualquier decisión que se tome será consensuada con Iker, será bienvenida.
Por todo esto, Iker sabe que la final de la Supercopa ante el Sevilla no es un partido más. Una buena actuación ayudaría a calmar el debate abierto, pero si repite errores parecidos a los que cometió en la final de la Champions, el Mundial o el amistoso de Michigan, las críticas volverán, y la afición del Real Madrid, se pondría una vez más en su contra.
La salida de Diego López es por lo tanto por temas económicos.