Cuando el Barcelona firmó a Neymar el pasado verano por una cantidad cercana a los 57 millones de euros (cifra oficial a la espera de aclarar en los juzgados todas la operaciones) muchos fueron los que consideraban la operación arriesgada. Ya entonces las dudas eran cuestionables desde un punto de vista meramente económico, ya que pese a tener sólo 21 años y cero experiencia en Europa,el delantero brasileño aterrizaba en España como el futbolista que más dinero generaba a través de la publicidad, superando a Cristiano Ronaldo y Leo Messo
El Barcelona ganaba un jugador con unos ingresos por patrocinios cercanos a los 20 millones de euros anuales y, a las puertas del Mundial de Brasil, donde será la máxima estrella, el club presidido por Sandro Rosell podría recuperar gran parte de la inversión en un tiempo relativamente rápido. Es cierto que el Barça, a diferencia del Real Madrid, no se lleva nada por los derechos de imagen del futbolista, pero su estrecha relación Nike (firma que tiene al Barcelona como su equipo estratégico) garantizaba una cobertura mundial sin precedentes, algo que Messi no puede ofrecer al ser imagen de adidas (también con la selección). No olvidemos que hablamos de el único icono real que hay a día de hoy en Brasil, país emergente donde las ventas de productos deportivos se han multiplicado en un 200% en el último año.
Tal es así que el internacional brasileño del FC Barcelona ha sido nombrado, por tercer año consecutivo, el jugador carioca más valioso de todo Brasil, con una valoración de 67,4 millones de euros. Al crack del Barça le sigue su compatriota Hulk, que escala una posición con respecto a la temporada anterior, para alzarse con una valoración de 46,2 millones de euros. El podium lo cierra Thiago Silva, que alterna su posición con Hulk con respecto a 2012, para caer en esa tercera posición con una valoración estimada en 36,9 millones de euros.
Es decir, que en un año en la que Brasil es la máxima favorita a llevarse el Mundial, el valor de Neymar supera en 20 millones al de la siguiente gran estrella. Si su rendimiento deportivo sigue la progresión actual y las firmas buscándolo co tanto reclamo, la marca Neymar podría registrar números estratosféricos en pocos años. Un negocio redondo.