La quiebra técnica en la que está sumido el fútbol español ya no es noticia. Con una deuda superior a los 700 millones de euros, los clubes malviven gracias a las subvenciones de los Ayuntamientos y Comunidades de turno así como de renegociar con Hacienda sus numerosos impagos. Un privilegio al alcance de pocos. Por no hablar de la salvadora ley concursal que ha evitado ‘in extremis’ la desaparición de muchos clubes de Primera y Segunda división. Mallorca, Málaga,Betis o Zaragoza están entre ellos…
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