@Xavi_Bove – La Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) quiere dar un paso hacia adelante en la estabilización financiera de los clubes a través de un modelo de ‘Fair Play’ financiero similar al de la UEFA y, de este modo, contribuir en la mejora de una competición que históricamente se ha visto salpicada por asuntos extradeportivos. Desde la creación del campeonato nacional en 1971, el fútbol brasileño ha tenido que convivir con casos de corrupción, asistencias de público irregulares, calendarios de competición poco sincronizados y la organización de torneos estatales que va en detrimento del fútbol local y hace visibles las carencias de las instalaciones deportivas.
La corrupción en la presidencia de la CBF parece ser un problema de difícil solución. Tras los sucesivos escándalos de los recientes presidentes Ricardo Teixeira, Jose Maria Marin y Marco Polo Del Nero, detenido la semana pasada por el FBI, Marcus Antonio Vicente ha sido elegido como nuevo máximo mandatario. A raíz de estos acontecimientos, la CBF ha sido criticada y acusada de utilizar el equipo nacional en beneficio de sus responsables durante los últimos años. Romario, leyenda del fútbol carioca y senador en la actualidad, considera que tras los arrestos por corrupción, “aún queda mucho trabajo por hacer, pero es una gran victoria y otro paso en la liberación de la corrupción de nuestro fútbol”.
Por otro lado, los clubes brasileños siguen arrastrando grandes cantidades de deuda pública y privada, viendo como muchos de sus jugadores fichan por equipos extranjeros capaces de cumplir sus expectativas salariales y como sus estadios registran tan sólo una media de 17.000 espectadores por partido. Ante esta situación, el gobierno ha decidido poner en marcha nuevas medidas de refinanciación de la deuda bajo la exigencia de un desempeño más transparente y responsable por parte de los dirigentes. Según Amir Somoggi, consultor financiero y de marketing para algunos clubes importantes de Brasil, “Es un problema histórico de dirección empresarial. La faceta deportiva está progresando razonablemente bien, pero los presupuestos, gastos y escasez de ingresos son los principales problemas”.
Ante este contexto de inestabilidad, la CBF trabaja para introducir un nuevo marco normativo, basado en el ‘Fair Play’ financiero de la UEFA, que asegure la solidez de los balances económicos de los clubes brasileños. El gobierno de Brasil también prevé aplicar nuevas políticas de financiación y transparencia para remediar esta situación.
