A pesar de ser las dos marcas españolas más mediáticas y dar la sensación de nadar en la abundancia y facturar más que nadie, resulta que Real Madrid y Barcelona no entrarían ni en el ranking de los 200 primeros puestos de las empresas españolas que más dinero ingresan. Si miramos las cifras que se maneja en algunas operaciones empresariales, veríamos que las cantidades que se mueven en los fichajes de jugadores en realidad no son tan escandalosas en comparación contras de este mundo.
Es importante tener muy claro que los futbolistas, así como las instalaciones deportivas, son el activo principal de un club de fútbol, equivalente a una planta productiva y la maquinaria para una empresa industrial cualquiera. El problema quizás viene de querer dar tanto la imagen de que FC Barcelona y Real Madrid no son empresas, que los propietarios son los socios y todas estas cosas pero la realidad es que son gestionadas como negocios. Negocios con características muy particulares pero negocios al fin y al cabo.
Como ejemplo de las cifras que se mueven en el mercado, tenemos las operaciones corporativas de empresas de ropa deportiva o sponsors presentes en el mundo del fútbol:
Adidas compró Reebok por 3.100 millones de euros (31 veces el fichaje de Bale)
PPR (gigante francés del lujo) compró algo más del 60% de Puma por 5.300 millones de euros
Heineken compró Asia Pacific Breweries por 3.562 millones de euros
BBVA adquirió Compass Bancshares por 7.300 millones de euros
Iberdrola adquirió Scottish Power por 17.141 millones de euros
Lo mismo veríamos con las inversiones productivas que realizan las empresas que tienen patrocinios en el deporte.
Qatar Airways acaba de comprar nueve aviones Boeing por 2.099 millones de euros
Repsol invirtió 3.200 millones en la ampliación de su refinería de Cartagena
SEAT: empezó el año pasado a producir el nuevo León con una inversión de 800 millones de euros
En decir, que pese a las cantidades que Madrid y Barcelona pagan por jugadores, en el mundo que les rodea hay grupos empresariales que mueven cantidades de dinero mucho más desproporcionadas.
