La actual crisis ha azotado fuerte a países importantes de la UE, y estos han buscado diferentes mecanismos para hacer frente a ella. Por su parte Francia decidió proteger el producto autóctono mediante políticas que intentaban incentivar el consumo de productos galos en oposición a los importados, utilizando para ello campañas publicitarias que invitaban a consumir lo Francés. Estas campañas tuvieron mucho éxito y varias compañías extranjeras se vieron mermadas después de estas medidas.
En este panorama entro en juego el fútbol, pues se descubrió que la marca Nike contratada para la fabricación de camisetas nacionales de fútbol, hacia el trabajo de fabricación en Indonesia. Esto ha chocado a la sociedad francesa, creando un sentimiento de rabia y estupor, por la contradicción que supone. Al ser un deporte que desempeña un papel tan importante en el ocio de la población, se pone en contra de la mentalidad promovida por las políticas y publicidad del gobierno.
Las críticas han ido dirigidas en dos direcciones: por un lado a la marca norteamericana, el propio gobierno galo se ha posicionado en contra de esto asegurando no saber porque se produce fuera del país siendo el ministro francés Arnaud Montebourg el que se ha pronunciado en contra de esto. Por otro lado, la Federación Francesa de Fútbol también ha sido señalada, haciéndola participe en las responsabilidades, pues se dice que debería haber tomado cartas en el asunto.
