Los conflictos entre Ucrania y Rusia han puesto en alerta a todo el mundo, en especial al sector económico pues un mínimo momento fuera de control podría ocasionar más daños de lo esperado. Se denomina lo que puede ser la “Segunda Guerra Fría”, un enfrentamiento más en el que Rusia sería el malo de la historia.
En forma concreta Rusia, bajo una justificación de protección y bienestar para sus ciudadanos, empezaría una invasión militar contra Ucrania, situación que altera la libertad y posible bienestar de los ucranianos; a esto la Unión Europea, la ONU y Estados Unidos le han pedido al gobierno ruso que recapacite. En caso contrario, sabemos lo que puede pasar.
¿Cómo se ve el fútbol afectado?
En primer lugar, el encuentro entre el Dinamo Kiev y Valencia tuvo que ser cambiado de sede. La liga de fútbol ucraniana ha sido pospuesta pues después del paro invernal, la intervención militar de Rusia resulta ser un factor de conflicto y ahora, al parecer la Selección de Ucrania ha decidido cancelar su amistoso con Estados Unidos bajo las palabras del presidente de la Federación de Ucrania de Fútbol, Anatoli Konkok, “¿por qué vamos a ir fuera en estos tiempos difíciles para nuestro país? Jugamos por nuestra gente y por nuestro país”.
Hablemos de algo más específico, en este caso de la empresa gasística Gazprom, quien es el mayor extractor de gas natural en el mundo y la mayor compañía de Rusia. Dicha empresa es también uno de los patrocinadores oficiales de la Champions League y muy recientemente firmó un contrato con la FIFA para ser el patrocinador oficial del Mundial de 2018.
Gazprom ha protagonizado diferentes asuntos deportivos, pues es prácticamente propietario del Zenit de San Petersburgo; así mismo sus procesos no sustentables han provocado la intervención de Greenpeace en partidos e inclusive en una conferencia de Carlo Ancelotti.
El detalle aquí es que la empresa gasística le ha retirado el acuerdo a Ucrania para la venta de gas a un precio benéfico, a partir de abril el gas será más caro. Este tipo de acciones pueden ir en contra de la imagen que la UEFA y la FIFA pretenden para el fútbol pues recordemos que los patrocinadores pueden ser un factor de descontento para la afición al no estar bajo los ideales básicos.
Al final es esto, ¿Podrá Gazprom mantener una imagen adecuada para seguir siendo patrocinador de la UEFA y la FIFA?