La Agencia Tributaria sigue dando pasos para reducir de la manera más rápida posible la deuda de los equipos de fútbol. Ya la temporada pasada, la obligación de destinar un porcentaje de las ventas para Hacienda por parte de la LFP dio sus frutos y la deuda se redujo en un 12%, hasta fijarla en 590 millones de euros. Para este año, Javier Tebas pronosticó en una entrevista exclusiva a Fútbol Finanzas que esperaba una reducción similar.
Partiendo de la base de que los ingresos de los clubes van a reducirse esta temporada (el año pasado entró mucho capital gracias a la venta de activos), una parte importante de la amortización de la deuda de esta temporada se va a dar gracias a una medida que la Agencia Tributaria ha aprobado para todas las empresas, y en la que los equipos de fútbol (quitando los cuatro que no son sociedad anónima) no tendrán ningún tipo de excepción.
Desde enero de este año, no se puedan admitir más aplazamientos de retenciones de IRPF salvo casos muy excepcionales. Hacienda entiende que esta práctica seguida por muchas empresas de solicitar de manera recurrente y sistemática el aplazamientos de deudas tributarias, resulta “una conducta defraudatoria”, por lo que desde el 1 de enero, el procedimiento se considera ‘inadmisible’. Las empresas afectadas deberán abonar un recargo mínimo del 5% y se exponen a sufrir el embargo de bienes.
Hacienda se ha vuelto inflexible en este asunto, y la medida se aplicará también a los clubes de fútbol. No es moco de pavo, ya que según apunta Voz Populi, la gran mayoría de los casi 600 millones de euros que hay actualmente con Hacienda se deben a aplazamientos en los pagos del IRPF. A partir de este curso esos aplazamientos ya no pueden darse, por lo que la deuda seguirá bajando progresivamente hasta los niveles aceptables para lograr una Liga competitiva.