Ayer se conoció la resolución por la cual el Deportivo de la Coruña podrá competir en la Liga Adelante la temporada 2013-14. A poco más de una hora para que se cerrara el plazo para que los jugadores retiraran las denuncias, el sindicato de futbolistas y los jugadores de la primera plantilla de las temporadas 11-12 y 12-13 han conseguido llegar a un acuerdo que garantiza el futuro del club blanquiazul en la Segunda División.
Esta solución ha llegado justo a tiempo para evitar el descenso administrativo a Segunda División B, un hecho que casi sin lugar a dudas hubiera supuesto la liquidación de la entidad gallega. Afortunadamente, los acreedores del cuadro deportivista accedieron a comprometerse a pagar el coste atrasado de las nóminas de los jugadores, dinero que los futbolistas no habían recibido desde que el club entró en concurso de acreedores el pasado mes de enero.
La otra cara de la moneda está representada el Club Deportivo Guadalajara, que ha conocido la correspondiente notificación del Juzgado Central de lo Contencioso Administrativo que dictamina que finalmente tendrá que permanecer en la Segunda División B. El juez encargado de examinar el caso del conjunto alcarreño no ha considerado oportuno dar la urgencia necesaria al trámite, quedando inhabilitado todo el mes de agosto para poder continuar con el proceso.
De esta manera, hasta el 25 de septiembre, como muy tarde, no se sabrá definitivamente si se conceden o no las medidas cautelares. En el caso de obtener la razón, la entidad será recompensada económicamente, pero el daño ya estará hecho. Esta situación viene precedida por la aparición de una serie de irregularidades en el proceso de conversión a Sociedad Anónima Deportiva, sin embargo, el club violeta piensa que la decisión jurídica tomada es “totalmente injusta y dolorosa”.
Dos extremos, la alegría de quien se salva, y la impotencia de quien ya está condenado. Resulta cuanto menos inusual que a un equipo con más de 60 años de historia como el Club Deportivo Guadalajara se le haya dejado de lado de esta manera. En teoría la ley es para igual para todos, pero como desde hace tiempo viene siendo costumbre en este país, la justica ha vuelto a quedar en evidencia una vez más.