Para el año 2013, las deudas de la AS Roma serán de 339 millones de euros, lo que sitúa al equipo de Totti y compañía en el liderato indiscutible en Italia y en la octava posición absoluta para toda Europa. Así lo asegura la página Futebol Business, un prestigioso medio brasileño especializado en finanzas del deporte rey, que cita como fuente “informaciones divulgadas por diversos medios de comunicación europeos”.
La situación de los capitalinos es aún más complicada si se tiene en cuenta que los ingresos suman únicamente 116 millones. Esa diferencia de 223 millones implica que el endeudamiento relativo es del 292,30%. Sólo dos clubes españoles, el Valencia y el Atlético de Madrid, superan a la Loba en tan negativa clasificación, si bien a bastante distancia de ellos (564% los blanquinegros y 476% los rojiblancos).
En términos relativos, la Roma se mueve en un porcentaje de endeudamiento parecido al del Chelsea (271,70%) y sensiblemente superior al del Manchester United (226,10%), aunque los equipos ingleses manejan cifras bastante superiores (deudas de casi 900 millones e ingresos en torno a 350 en ambos casos). Considerando únicamente la cantidad total de dinero pendiente de pago, los italianos podrían compararse con el Barcelona (341 millones) o con el Real Madrid (370 millones), si bien los gigantes españoles generan tanto dinero que les llega para cubrir gastos: en ambos casos el endeudamiento se sitúa en torno al 70%.
Derroche sin resultados
Además, tal nivel de gasto no se ha visto acompañado de éxitos deportivos. Desde el año 2007, la Roma ha conquistado sólo tres títulos: dos Copas de Italia y una Supercopa. También ha terminado subcampeón tres veces en la liga y una más en copa. De los 10 con mayores deudas, sólo el Valencia (una Copa del Rey) y el Schalke 04 (una Copa de Alemania, una Supercopa y dos subcampeonatos) presentan peor palmarés.
Los problemas económicos del club vienen de largo, remontándose incluso a la época de los anteriores propietarios del club, la familia Sensi. Desde mediados de 2011 dirige el club un consorcio de empresarios estadounidenses que están intentando desarrollar todo tipo de acuerdos con multinacionales como Disney o Nike; no obstante, debido al fracaso del año pasado, en el que la plantilla no consiguió clasificarse ni siquiera para la Europa League, las cuentas no terminaron de cuadrar. Este año el equipo no parece ir por mucho mejor camino.