Ya conocemos como es el día a día de un equipo de fútbol. El Eibar es el equipo más humilde de la categoría y con menos presupuesto de los veinte equipos que componen la Liga BBVA. 15,2 millones de euros es el presupuesto neto que tiene el equipo para sobrevivir en una categoría en la cual se estrangula a los pequeños y se da vida a los grandes.
No obstante, el Eibar está sorprendiendo esta temporada a propios y extraños realizando un gran fútbol y poniéndole las cosas difíciles a los equipos “grandes” cuando estos visitan Ipurua. Noveno en la tabla de clasificación de la Liga BBVA, el objetivo de la salvación ya parece seguro y se mira a Europa con cierto optimismo. A pesar de este optimismo, el Eibar se tendrá que enfrentar a su gran rival, la economía. Cierto es que con un presupuesto de 15,2 millones de euros es difícil mantener a los jugadores que realicen una buena campaña, pero ahí no es donde está el problema. El problema estriba en algo mucho más sencillo: los jugadores que acaban contrato este verano.
12 jugadores pueden desde este verano negociar con el equipo que deseen sin que el Eibar perciba ni un solo euro por ellos. La razón de que tantos jugadores se encuentren sin renovar no es deportiva, sino económica. El presupuesto total no alcanza para renovaciones y salarios del club más otros gastos típicos de un club (mantenimiento del estadio o el material deportivo, entre otros gastos). Por esta razón, antes de no poder pagar a sus jugadores, prefieren realizar un modelo estable económicamente aunque no deportivamente.
Jugadores como Javi Lara o Albentosa se encuentran en esta situación, donde una salida puede beneficiarles a ellos, pero perjudicar al Eibar. En estas circunstancias, lo mejor para equipos que la sufren es dejar ir y dar paso a jóvenes talentos de la cantera. No siempre sale bien, pero es, sin dudas, la medida más económica y deportiva a largo plazo.