El Hércules vivirá próximamente la celebración de la final por el ascenso a Segunda División ante el Cádiz. En la previa de lo que, a priori, sería una fiesta del fútbol está recibiendo alguna que otra mala noticia. El conjunto alicantino no ha encontrado comprador en la subasta que realizó hace pocos días el club. La entidad tiene una deuda pendiente con entidades financieras, así como con la Comunitat Valenciana.
El pack valorado en poco más de 14 millones de euros no fue comprado por ninguno de los compradores presentes durante la subasta, algo que dolió bastante a los dirigentes del club. Se asegura que la única opción viable para la entidad es una operación acordeón que ha sido presentada por el empresario Juan Carlos Ramírez tal y como ha informado la Agencia Efe.
Todos los interesados podrán presentar una oferta por el pack antes del próximo miércoles 22 de junio, momento en el que finaliza el plazo de venta, y donde el Hércules tendrá que rendir cuentas con sus acreedores. En el caso de no solucionar sus problemas financieros, el ganar la eliminatoria ante el Cádiz no tendría efecto ninguno, ya que podría producirse un descenso administrativo, algo que ya vimos la temporada pasada con el Elche.
El club valenciano quiere acabar con este tema cuanto antes, principalmente para evitar que pueda afectar al rendimiento deportivo de sus jugadores. Sin embargo, no es un tema que se pueda dejar pasar, mayormente porque el tiempo corre en contra de uno de los históricos de nuestro fútbol. La final del domingo 26 de junio no será la única que tenga que superar el Hércules antes de finalizar una dura temporada que esperan acabar con la mejor de las suertes.