El fútbol se ha ido adaptando a las nuevas formas de verlo, hemos visto una interesante evolución en su sistema en donde los papeles cambian de forma intersante. Poco a poco han surgido reglas de competencia para permitir un “sano juego” en todos los sistemas, aunque predomina el carácter económico. Al día de hoy, el lucrar se ha convertido en la normalidad dentro del fútbol, el beneficio mediático es el fin común después de todo.
El pasado mercado de fichajes reflejó lo que pudo considerarse la mejor gestión por parte de los fondos de inversión y más si nos referimos a la participación de Jorge Mendes. Una cantidad aproximada de 34.540.000 de euros fueron exclusivos del porcentaje correspondiente de movimientos como el de Falcao, James Rodríguez y Di María; sin embargo también refleja el conflicto con el Sporting de Portugal y el movimiento de Marcos Rojo.
De forma general, estas nuevas políticas de financiamiento para que los clubes se hagan de jugadores ha llegado a reflejar conflictos entre los organismos. Como ya sabemos, la UEFA está en contra de ellos mientras que la FIFA sólo se mantiene asilada de cualquier comentario. Sin embargo, parece que todo cambiará pues la UEFA está por introducir una normativa para hacer frente a la propiedad de terceros, si todo sale bien entraría en vigor la próxima temporada.
Actualmente España, Portugal y Europa del Este son los países que cuentan con gran número de jugadores a través de fondos de inversión. La problemática es que este tipo de prácticas sólo condenan al club a un ciclo de dependencia y endeudamiento el cual podría tener complicaciones futuras si hablamos del Fair Play Financiero.
Por lo pronto, la intención está puesta sobre la mesa y mientras hace unos meses hablábamos de la postura en contra de la UEFA, hoy ya vemos intenciones más claras. Por supuesto que ante estas medidas las instituciones encargadas de dichos fondos tienen que jsutificar sus medios ya que sigue estando la disputa que esta forma resalta la falta de transparencia en los fichajes así como la posibilidad de ser ejercida presión sobre jugadores, entrenadores y propietarios de los clubes que puede resumirse a un amaño de partidos.
Por @Edu_Aveiro