Los Gunners lo ficharon con apenas 16 años por 3,2 millones de euros el verano de 2003. Fue titular indiscutible durante seis temporadas en el club londinense (de la 04-05 hasta la 10-11) y tenía contrato con ellos hasta la temporada 13-14, por tanto un total de 10 años.
Al ser el coste del fichaje tan bajo y la duración del contrato tan larga (hasta junio de 2014) la amortización anual de su fichaje para el Arsenal era también muy baja (3,2 millones/10 años: 0,32 millones anuales), de los cuáles se habían amortizado 2,24 (7 añosx0,32) y quedaban pendientes 0,96 millones (3 añosx0,32).
El FC Barcelona pagó 34 millones de euros por el jugador (+6 millones en variables en función de objetivos deportivos que pasan por ganar 2 ligas en cinco años y una Champions en tres) con lo que el beneficio extraordinario para los Gunners fue de 33,04 millones de euros (34 millones-0,96 millones pendientes de amortizar).
Cálculo del valor teórico del jugador en 2010 para el Arsenal (dos formas):
1- En base al primer contrato y la revalorización del precio de mercado del jugador: como acabamos de ver la amortización pendiente era de apenas 0,96 millones. El precio de mercado desde su llegada se aprecia hasta 55 millones, es decir, 17,18 veces más. Multiplicamos los 0,96 millones pendientes de amortizar por 17,18 y eso nos da una cifra de 16,51 millones.
2- En base al último contrato firmado y el precio de mercado en el momento de la firma del nuevo contrato: el jugador firmó en 2006 un nuevo contrato con el Arsenal por ocho temporadas. En ese momento su valor de mercado eran unos 15 millones de euros por lo tanto la amortización anual deberían ser 1,875 millones (15 millones/8 años). Cuatro temporadas después (en 2010) la amortización pendiente eran 7,5 millones (15 millones/ 4 años), pero su valor de mercado había subido hasta los 55 millones, es decir, se había multiplicado por 3,66 veces. Por tanto, los 7,5 millones pendientes de amortizar multiplicado por 3,66 nos da una cifra de 27,5 millones, no muy alejada del precio final pagado por el Barcelona.
Con el club azulgrana tiene contrato de cinco años (de la temporada 2011-12 hasta la 2015-16), por tanto, la amortización anual es de 6,8 millones (34millones/5 años), con el Arsenal firmó por ocho años y con el club de su infancia apenas cinco.
El próximo verano sólo quedarán un par de años pendientes de amortizar (6,8 millones de amortización anual x2 años pendientes:13,6 millones), con lo cuál, si en 2014 el club azulgrana deseara sacarle alguna rentabilidad económica al jugador lo debería vender por una cifra superior a los 20,4 millones (34 millones de fichaje-13,6 millones de amortización pendiente).
Otras dos formas de calcular el valor teórico para el Barcelona:
Multiplicando la amortización pendiente (13,66 millones) por la revalorización de mercado (-20%), y eso nos da una cifra de 10,9 millones de euros.
La otra forma, más beneficiosa para el club, sería partiendo partiendo del valor de mercado en el momento del fichaje: cuando el Barcelona lo fichó en 2010 el precio de mercado eran 50 millones de euros, por tanto, 50 millones/5 años nos da una amortización anual de 10 millones. El próximo verano el club habrá amortizado 30 millones y por tanto sólo quedarían 20 pero además al haber disminuido su valor de mercado en un 20% el valor teórico sería de 16 millones.
Sin embargo ésta no fue la mejor operación económica del Arsenal con el club azulgrana sino la que hizo en verano del año 2000: los fichajes de Overmars y Petit por un total de 52 millones de euros, jugadores que fueron un fiasco deportivamente hablando (bastante más que Cesc) y por los que se pagó un auténtico dineral.
Así que el FC Barcelona ha sido en este siglo XXI el mejor cliente del Arsenal (se ha gastado unos 144 millones de euros entre los jugadores citados más Hleb, Song y Henry) y fue el que mejor partido económico sacó a la desastrosa presidencia de Joan Gaspart.