Con la espada de Damocles sobre sus cabezas debido al covid-19 los equipos de la Liga Santander esperan que la amenaza desaparezca y retomen las expectativas de ingresos presupuestadas
Los ingresos de la televisión, que son el maná del fútbol y lo que han llevado a que la clase media-baja de LaLiga no notase tanto el impacto del COVID (ya que cobraron el dinero de las TV y sus presupuestos se sustentan principalmente en dichos activos), han bajado respecto a la temporada anterior.
En la 2019-20 se percibieron 1.813,66 millones de euros por la comercialización y negociación de los derechos, en la 2018-19 se obtuvo un total de 1.851,25M€. Una caída que viene derivada de los efectos del COVID, y sobre todo en Horeca (el canal destinado a retransmitir los partidos en hoteles, bares y restaurantes).
“El decremento de los ingresos devengados en el ejercicio económico tiene como consecuencias la crisis del coronavirus y el efecto que ha supuesto en la suspensión temporal de las competiciones de fútbol profesional, que ha conllevado la finalización de la temporada en el mes de julio de 2020”,
señala la memoria económica de LaLiga. Los ingresos por la venta nacional disminuyeron (de 1.143,07 a 1.105,23 millones de euros), aunque los internacionales sí aumentaron levemente (de 708.183 a 708.430), fruto de esa política de expansión que está realizando a LaLiga.
En cuanto a los patrocinios, han aumentado en 13 millones hasta los 86,618M€. Gran parte de estos ingresos llegan de España (43,693M€). Crece la comercialización en Europa, hasta los 16,840M€, y en América, hasta los 17,795M€. En cambio, existe una leve caída en África, a 1,867M€, en Asia/Oceanía, a 6,252M€, y en los Oriente Medio y Norte de África, a 298.000 euros. El incremento en esta partida se debe a la firma de nuevos contratos, entre los de Puma, BKT y Livescore, y la renovación de otros con honorarios más significativos, como con Budweiser y EA Sport.