Twitter y Facebook como arma contra la prensa rosa. Parece una tontería, pero ante el acoso que han sufrido durante años los futbolistas más mediáticos de España por culpa de la prensa rosa, las redes sociales se han convertido en una vía de escape que sirve tanto para acabar con las persecuciones, como para dar en los morros a todas esas revistas y programas de televisión que se dedican a ganar dinero metiéndose en la vida privada de la gente.
No fue otro que Gerard Piqué el que dio el primer paso en todo esto. Ante el rumor de que había iniciado una relación con Shakira, muchas fueron las cámaras que comenzaron a perseguir al central de la Selección. La foto, se cotizaba a un precio desorbitado y el central catalán corto por lo sano después de comprobar la situación que vivió Iker Casillas cuando inició su relación con la periodista Sara Carbonero. Una noche, Piqué subió una foto con Shakira. Exclusiva reventada.
El futbolista hizo lo propio con el nacimiento de su hijo Milan, cuya primera imagen ya rondaba, según fuentes consultadas, cerca de los 30.000 euros antes de nacer. Desde entonces la práctica ha sido habitual: Sergio Ramos anunció su relación con Pilar Rubio por twitter, misma red social que Xabi Alonso ha utilizado para enseñar al mundo a su hijo hace unos días. Más allá de la voluntad de cada uno en compartir sus alegrías con el mundo, está claro que la estrategia es acabar con la horda de paparazzi que han perseguido siempre a los futbolistas.
Incluso Casillas se ha lanzado a los Social Media para tumbar a aquellos que se lucran con vida íntima. No sólo anunció el embarazo de su pareja (algo que también ha hecho Ramos), sino que ha llegado a destruir importantes reportajes fotográficos. Ocurrió hace unas semanas en Paris: Casillas aprovechó un descanso para pasar un fin de semana romántico y a su vuelta llenó Instagram y Twitter de imágenes del viaje.
Por si eso fuera poco, Sara Carbonero aprovechó el blog que tiene en una conocida publicación para detallar punto por punto el viaje mientras subía más imágenes. Los periodistas que habían cazado a la pareja en la ‘ciudad del amor’, y que esperaban sacar un buen puñado de euros ante la idea de que el viaje sería secreto, vieron como sus planes se venían abajo en cuestión de días. Puede que esas fotos salgan, pero valdrán la mitad y probablemente no compensen ni el viaje.
Así las cosas, las redes sociales son ya el mayor enemigo de la prensa rosa, ya que la práctica comienza a extenderse entre todos los personajes famosos. Una estrategia que por lo menos sirve para pegar en los morros a quien no deja a los famosos disfrutar de su vida privada.