Cuando se habla de una operación que puede sobrepasar considerablemente los 300 millones de euros, hablamos de una operación que paraliza el mercado. Capaz de presentar un futuro totalmente distinto al que se presuponía como válido en un corto periodo de tiempo. El PSG, uno de los clubes más ricos del mundo, está dispuesto a gastarse la friolera de 300 millones de euros en uno de los mejores jugadores del mundo, pero la pregunta es clara, ¿le resultará rentable?
Más allá del nivel deportivo que pueda ofrecer el brasileño al PSG, el conjunto parisino debe tener en cuenta dos variables claras: patrocinadores e ingresos externos. El club francés quiere convertir a Neymar en el nuevo icono tanto de Francia como de Qatar, a la vez que quieren presentarle la oportunidad de luchar con Cristiano Ronaldo y Leo Messi por un Balón de Oro. Tal es la creencia de que la operación por Neymar es económicamente rentable, que el club está dispuesto a renunciar al 80% de los ingresos publicitarios que puede generar, quedándose únicamente con un 20% -algo extraño, ya que los clubes en este tipo de operaciones aceptan el 50%-.
Por otro lado está Nike. La firma estadounidense puede agrandar la figura de Neymar si éste es líder indiscutible de su club. Así lo ha hecho con Cristiano Ronaldo, o este mismo año con Kylian Mbappé. Es una clave para definir una clara segmentación del mercado, así como para la marca tener a un jugador como referente en uno de los mejores clubes de Europa, algo que no ocurría en el Barça, donde Leo Messi (Adidas) era quien dominaba.