En 2006, cuando Messi era uno más en el conjunto nacional, el caché de Argentina para un amistoso no superaba los 300 mil dólares. Hoy, está cerca de 1,5 millones de la moneda norteamericana, en un nivel apenas inferior a lo que cobra España, ganador del último Mundial, y Brasil, organizador de la próxima Copa del Mundo y el máximo campeón.
“Si nos imaginamos hoy una selección sin Messi, los clásicos con equipos de primer nivel como Inglaterra, Italia, Brasil, Francia u Holanda continuarían siendo eventos de ‘sold out’ y hasta agradecerían que no jugara para tener más posibilidades de ganar. En el caso de las otras selecciones, sin dudas el valor atractivo y de venta del evento gira en torno a Lionel Messi. Desde lugares remotos como India, Australia, Indonesia, Arabia Saudita o China piden partidos con la selección con Messi en la cancha”, explica Tofoni, máximo responsable de World Eleven, la empresa que organiza los amistoso del seleccionado argentino.
“La euforia que despertó este partido en el Monumental contra Venezuela es el mejor ejemplo de lo que Messi genera ahora en el público argentino. Con más de 11 millones de pesos será recaudación récord, que superará los 10.799.310 que se recaudaron en el último partido ante Paraguay en Córdoba”, cuentan desde la AFA.