La agencia más importante de representación de celebrities americanas desembarca en el fútbol sembrando el pánico entre los clubes de las ligas europeas
Stellars Group, ha alcanzado la cima, aunque a los 70 años parece haber decidido dar un paso al lado. Y es que ha vendido su agencia a la empresa ICM, con sede en Los Ángeles. No es un adiós definitivo de Barnett, que actuará como presidente de la parcela deportiva de la multinacional resultante, ICM Stellar, pero sí parece que se alejará de la parte operativa del negocio.
La venta de la agencia del superagente se habría cerrado en torno a 150 millones de euros. Stellar Group es (o mejor dicho era) una compañía con sede en Londres que representa a 800 atletas de primer nivel alrededor de todo el mundo. Se fundó en 1992 como resultado de una charla con su socio David Manasseh, que ahora tomará los mandos que deja Barnett con su nueva labor de dirección.
Stellar tiene una larga lista de clientes en el mundo del fútbol. Desde Saúl Ñíguez del Atlético de Madrid hasta Jack Grealish del Aston Villa. Su mayor operación fue la que llevó a Gareth Bale del Tottenham al Real Madrid en 2013 por casi 100 millones de euros. El galés siempre ha sido su representado ‘principal’ y este verano ha logrado su regreso a los Spurs a través de una cesión. La suma de los contratos del total de sus representados es de 2.500 millones de euros.
Bale, presentado con el Tottenham Tottenham
“Fui elegido como el agente más poderoso del mundo por Forbes el año pasado”, recalcaba Barnett en Financial Times esta semana hablando de la venta de su agencia. En 2019 superó a Mino Raiola y desbancó a Jorge Mendes como el agente con mayor influencia del mundo, moviendo 1165 millones de euros en traspasos e ingresando 114,8 en comisiones. Mario Conde y sus amores: así es Adriana Torres, la última mujer que lo ha conquistado Ane Olabarrieta. El empresario ha estado casado en dos ocasiones y ahora vuelve a apostar por el amor junto a una artista muy reconocida en los círculos más vip.
Los nuevos agentes del fútbol
El ‘rey de las comisiones’ se marcha ahora con su empresa a Estados Unidos para unirse a ICM, una de las mayores agencias de talentos de Hollywood. Un ‘monstruo’ del fútbol que se junta con un ‘monstruo’ del entretenimiento. Entre los representados de esta empresa hay actores como Samuel L. Jackson, la cantante Beyoncé o la presentadora y humorista Ellen DeGeneres. Ahora da el salto al deporte más seguido de todo el mundo.
Lo que hace ICM ya lo hicieron otros antes. La agencia británica Base Soccer, que representa a futbolistas como Dele Alli (Tottenham) o Kyle Walker (Manchester City) ya fue comprada en 2019 por Creative Artists Agency. También Roc Nation agencia newyorquina fundada por el rapero Jay-Z ha sumado a su lista de artistas y deportistas estadounidenses a futbolistas europeos de primer nivel como Romelu Lukaku (Inter) o Marcus Rashford (Manchester United).
La crisis une sus caminos
Chris Silbermann, director ejecutivo de ICM, señaló que la adquisición de Stellar fue necesaria para “salir de este período más fuertes de lo que entramos”. Y es que la pandemia, que ha afectado también a la industria del entretenimiento, obligó a ICM a recortar su nómina de empleados.
MIGOS, grupo de rap que representa ICM
Stellar, como el resto de agencias y agentes del fútbol, también ha sufrido los efectos de la crisis, que se ha traducido en menos fichajes, reducción del valor de los jugadores (su precio de traspaso) y menos comisiones. Aunque Barnett defiende la resistencia de su empresa, que este verano, además de la cesión de Bale al Tottenham, logró cerrar el traspaso de Ben Chilwell del Leicester City al Chelsea a cambio de 50 millones de euros. “Lo hubiéramos hecho aún mejor si no hubiera habido una pandemia, pero lo hicimos bien pese a eso”, defendía Barnett.
La empresa de Barnett, por su lado, termina por dar el salto al mercado de Estados Unidos, allí ya representa a atletas de la NFL, cricket e internacionales de rugby. Ahora podrá manejar la parcela deportiva de una gran multinacional, dejar un poco de lado la parte más operativa y, sobre todo, seguir construyendo su imperio ahora junto a unos socios de los más ambiciosos.