En una operación sin precedentes la hacienda alemana activa una operación de enorme calado en el prestigioso organismo que gestiona el deporte rey en el país teutón
Alrededor de 200 funcionarios del departamento de investigación fiscal, la BKA y la policía federal han llevado a cabo registros simultáneos en las sedes de la Fedración Alemania de Fútbol DFB en Frankfurt / Main y en los apartamentos privados de seis directivos. Los registros, que han seguido el protocolo de una redada, han tenido lugar en cinco estados federados diferentes (Hesse, Baviera, Renania del Norte-Westfalia, Baja Sajonia y Renania-Palatinado) y han sido ordenados por la Fiscalía de Fránkfurt, que alema sospecha de fraude fiscal.PUBLICIDADAds by Teads
Las casas del ex presidente de la DFB Reinhard Grindel en Rotenburg an der Wümme, del ex vicepresidente de la DFB y jefe del BVB Reinhard Rauball en Herdecke, del vicepresidente de la DFB Rainer Koch, además de viviendas propiedad del exsecretario general Helmut Sandrock, el tesorero Stephan Osnabrügge y el secretario general Friedrich Curtius han sido registradas. En la orden de registro consta como motivo “indicios de evasión de impuestos corporativos y comerciales por terceros en casos particularmente graves”.
Al parecer, los fiscales consideran que los ingresos de publicidad de los partidos internacionales jugados en casa por la selección nacional de fútbol en 2014 y 2015 se declararon deliberadamente de formaincorrecta, como ingresos de la gestión de activos, “de modo que la DFB eludió impuestos de alrededor de 4,7 millones de euros”. La persona responsable en ese momento era el exjefe de la DFB Wolfgang Niersbach, que tuvo que dimitir por irregularidades relacionados con la concesión del Mundial 2006 a Alemania y por un flujo de fondos que nunca se aclararon del todo. Su sucesor, Reinhard Grindel, dimitió también por haber recibido costosos regalos de un oligarca ucraniano.
A través de un contrato de fecha 11 de diciembre de 2013, la DFB habría arrendado los derechos para asignar espacios publicitarios para los partidos internacionales de la selección nacional de fútbol para el período 2014 a 2018 a una empresa en Suiza. Se dice que esta empresa se comprometió a respetar la exclusividad del patrocinador general y del equipo de la selección nacional, y a no otorgar ningún derecho a los competidores. En cambio, a pesar del arrendamiento de estos derechos, la DFB habría “participado activamente en la asignación del espacio publicitario”. Estos ingresos del arrendamiento deberían haberse asignado a la “operación comercial gravable”, por lo que la DFB habría tenido que pagar impuestos sobre ellos. Según la Fiscalía, existe la sospecha de que la DFB conocía esta inexactitud fiscal, “pero la eligió conscientemente para permitir que la DFB se beneficiara de una gran ventaja fiscal”, según la fiscal, Nadja Niesen.
El actual presidente de la DFB, Fritz Keller, ha declarado en Berlín que “apoyará plenamente la investigación”. “Estoy a favor de una aclaración, para tener un futuro limpio para el fútbol”.