El Impuesto al Valor Añadido (IVA) se ha vuelto el impuesto favorito para muchos gobiernos, pues a pesar de gravar al consumo y por lo tanto no es directo, es de manera general lo que facilita una buena recaudación.
Existe tarifas generales, un porcentaje para todo; tarifas reducidas, aplicado para algunos productos y servicios que verían afectado su consumo si se gravara de forma general; tarifas fronterizas, que es una especie de general pero con un porcentaje menor; y tarifa cero, simplemente no se cobra.
El impacto aquí es que el IVA es parte del consumo diario, y a veces puede considerarse un “lujo” el consumir. El fútbol se ha visto envuelto en dicha polémica, principalmente en México donde el impuesto no aplica a los eventos deportivos pero que con las nuevas reformas podría ser aplicable. Por supuesto, la liga mexicana se ha declarado en contra de tal situación.
¿Por qué gravar el fútbol y qué consecuencias tiene?
El fútbol es una gran fuente de consumo, cuando vamos al estadio no sólo implica la entrada al evento deportivo sino también un movimiento en masa para la venta de diversos productos. Es por dicha razón que el deporte más bello del mundo se ha llegado a considerar un lujo.
Por mucho amor que le tengamos a nuestro equipo, nos preocupamos más por nuestro ingreso. El imponer el impuesto al valor agregado al fútbol implica exactamente eso, cuidar nuestro dinero por lo que a veces preferimos verlo frente al televisor.
La inasistencia a los estadios es la principal consecuencia, seguida de una afectación a la economía de los alrededores. Pero eso sí, incrementa las ganancias televisivas. Un arma de doble filo para los clubes, que muy a pesar de todo siempre preferirán las asistencias de los seguidores.
Las estrategias de marketing tienden a ser más importantes, cómo lograr atraer a la gente es la clave. Durante competiciones fuertes como los clásicos, Champions, Europa League, e inclusive partidos de copa los boletos son más caros pero también aseguran su venta al siempre ofrecer espectáculo.
El problema es cuando sin aplicar el IVA al fútbol no hay asistencias al estadio, no existen competiciones fuertes que atraigan a la gente y las estrategias de marketing se han convertido en generar una guerra entre clubes. Este es el caso del fútbol mexicano, con pocas posibilidades de ser altamente rentable será más afectada y el fútbol empieza a no ser relevante.
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