El dinero fácil gusta a todo el mundo. Incluso, a quienes ya acumulan una fortuna considerable o han ganado una buena cantidad a lo largo de su vida. Por eso, en aquellos tiempos donde parecía que no especular con la compra de un inmueble o hacerse promotor era ser un tonto de baba, muchos empresarios de otros sectores y famosos de todo pelaje se lanzaron a la aventura del ladrillo en la costa valenciana. Tenían la connivencia de las autoridades y, a la larga, provocaron unos resultados desastrosos…