El futuro de la Champions pasa por Lisboa y Berlín

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Apenas se han apagado los ecos de la victoria del Bayern de Munich cuando parece que la UEFA ha decidido sumarse al homenaje a la Bundesliga escogiendo al Estadio Olímpico de Berlín como sede para la final de la máxima competición europea en 2014/15.
El año que viene el Estadio da Luz de Lisboa, con capacidad para 65.647 espectadores, será el estadio que acoja la final de una las Champions que se presumen más interesantes de los últimos años, con los equipos alemanes dispuestos a volver a ocupar el trono; FC Barcelona y Real Madrid reforzados para intentar superar las semifinales; los equipos británicos, con Manchester United y Manchester City a la cabeza dispuestos a recuperar terreno; el renovado PSG; la Juventus…¡muchos aspirantes con posibilidades!
Un año después, y por primera vez en la historia, la final se llevará a cabo en Berlín, tal y como ha hecho público el Comité Ejecutivo de la UEFA. El histórico Estadio Olímpico, que acogió los JJOO de 1936 y la Copa del Mundo 2006, ha sido el elegido.
El estadio alemán, que es un poco más grande que el luso, ya que caben 74.064 espectadores, fue profundamente remodelado y reabierto en 2.004, tras 4 años de obras y una inversión de 242 millones de euros.
Antes de la rehabilitación hubo mucha polémica, ya que había partidarios de derruirlo, por su vinculación con el pasado nazi, y partidarios de rehabilitarlo, que fueron los que finalmente impusieron su tesis. Hubiera sido una lástima perder el estadio en el que Jesse Owens logró 4 medallas de oro, entre ellas la del recordado salto de longitud. En aquel momento su capacidad alcanzaba los 110.000 espectadores.
Berlín será la tercera ciudad alemana en la que se llevará a cabo una final de la Champions, tras Munich (1993, 1997 y 2012) y Gelsenkirchen (2004).
También se ha decidido la ciudad que sucederá a Turín, sede de la final de la Europa League en 2014, será Varsovia. Hay que destacar que el equipo que gane la Europa League de 2015 se clasificará para la Champions, una medida novedosa que pretende dar más valor a la segunda competición continental.