La Liga de Fútbol Profesional (LFP) calcula que la piratería resta cada año más de 500.000 abonados a las televisiones de pago y cifra el impacto económico de esta actividad fraudulenta en unos 150 millones de euros por temporada. La piratería es vista como un problema global que requiere, además de medidas legislativas para erradicarla, campañas de sensibilización social y acciones de cooperación internacional.
Los operadores de televisión aseguran que estas webs se enmarcan en redes organizadas de blanqueo de dinero y llegan a tener incluso más abonados que los negocios legales. Enfatizan que la piratería afecta al comercio y a la imagen de la marca España, vulnera los derechos de autor y la propiedad intelectual, ocasiona un escenario de competencia desleal y pone en riesgo la producción y difusión de contenidos audiovisuales.
Además del perjuicio económico que esta actividad genera a las cadenas, el fútbol se ve gravemente afectado. El presidente de la LFP, Javier Tebas, comparó el acceso a las webs que ofrecen partidos sin autorización con una “grada virtual”. “Es como si los estadios tuvieran una puerta abierta para ver los partidos en directo: nadie pasaría por taquilla”. Tebas pronosticó que alimentando estas webs el fútbol español “irá a la ruina”